Foros del Laboratorio del Amor

En el Laboratorio del amor trabajamos muchos temas y en todos mezclamos lo personal con lo teórico, porque creemos que lo romántico es político, es decir, que podemos desmitificar, desaprender y despatriarcalizar el amor, e inventarnos nuevas formas de querernos. A nosotras mismas, a nuestras parejas, y a nuestra gente.

Nuestro objetivo es fabricar colectivamente herramientas que nos ayuden a llevar la teoría a la práctica, a ser realistas, a conocernos mejor, a aprender a querernos bien, a hacer autocrítica amorosa, a elegir buenos compañeros o compañeras, a descubrir nuevas maneras que querernos, a hacernos la vida más fácil y más bonita.

Los foros que tenemos abiertos en estos momentos son:

– Autoamor y autoestima
– Los celos.
– ¿Te estás enamorando?
– La poliamoría y los polidramas.
– Ligar en tiempos de Internet
– La convivencia en pareja.
– El sexo en la pareja.
– Desamor y rupturas
– Dinero y amor.
– Cómo aprendí a amar: amor y familia.
– Violencia y malos tratos en la pareja.
– Infidelidades (propias y ajenas).
– Las solterías y las soledades.
– Autoboicot y autocastigo
– Micromachismos y macromachismos.
– El Ego romántico.
– Relaciones con narcisos, marichulos y psicópatas.
– ¿Son mejores las relaciones entre nosotras?
– Amar sin miedos
– Termómetro del amor
– Maternidades
– Espiritualidad, energías, y feminismoç
– Mindfullness
– Herramientas para disfrutar más del amor

 

 

 

También tenemos un Foro de Acompañamiento en el que nos contamos las batallas del dia a día, los ligues, los enamoramientos, las separaciones… es nuestro espacio más personal, el lugar en el que compartimos alegrías y penas, nos escuchamos y nos apoyamos, nos damos buenos consejos, nos acompañamos, nos reímos y lloramos. Es un espacio de confianza, sororidad y amor del bueno en el que vamos pensando el amor a la vez que lo vivimos, y en el que no nos sentimos tan raras al escuchar a las demás.

Somos mujeres muy diversas de todas las edades y países. Heteros, lesbianas, bisexuales, casadas, solteras, monógamas, poliamorosas, ilusionadas y desengañadas, y a todas nos une el deseo de sufrir menos, y disfrutar más del amor.

Nos reunimos una vez al mes para chatear en directo, y tenemos una Biblioteca del Amor con muchos recursos (libros, videos, artículos, documentales, reportajes, entrevistas, etc) para estudiar el amor romántico.

Si decides unirte a nosotras, ¡eres bienvenida!

Un año de amor: el Laboratorio de Coral

Hace un año que abrí el Laboratorio del Amor, un taller permanente y una red social internacional de mujeres en Internet que estudiamos el tema del amor romántico bajo el lema de que "Lo romántico es político", y que "Otras formas de quererse son posibles".

 

En el Laboratorio no sólo investigamos, leemos y compartimos material, sino que además trabajamos con la idea de que podemos sufrir menos, y disfrutar más del amor. Ninguna de nosotras tiene la fórmula mágica para vivir un amor pleno y maravilloso desde la felicidad, y nos interesan más los procesos que las metas: nos gusta compartir lo que nos pasa en nuestra vida personal e íntima, y nos gusta mezclar lo cotidiano con las reflexiones teóricas sobre las relaciones humanas.

 

El Laboratorio tiene una Biblioteca del Amor en la que compartimos muchos recursos (libros, vídeos, audios, blogs, webs, artículos, documentales, etc), hacemos Cine-forum dos veces al mes.

 

Tenemos un aula de ejercicios y muchos foros temáticos en los que tratamos los temas que más nos gustan, nos inquietan o nos apasionan: la autoestima, las rupturas y los duelos, la poliamoría y las relaciones abiertas, los ligues y los cortejos, los celos, el sexo en la pareja, la gestión de las emociones, el amor y el feminismo, los miedos a la hora de amar, la ética del amor, los micromachismos, la soledad, el deseo y el erotismo, cómo superar la dependencia emocional, la sororidad entre mujeres, la violencia de género, el Ego en el amor romántico, el autoboicot, temas de masculinidad, o incluso, maternidades...

 

Trabajamos de una manera horizontal, hacemos autocrítica amorosa y compartimos herramientas para llevar la teoría a la práctica: queremos ser honestas y coherentes, queremos aprender a disfrutar del presente, queremos romper esquemas obsoletos, desaprender todo aquello que nos hace daño o no nos sirve, y compartir trucos, saberes y experiencias para ayudarnos las unas a las otras.

 

El Foro de Acompañamiento es el lugar en el que nos escuchamos mutuamente, pedimos consejo, nos desahogamos, nos lanzamos preguntas, compartimos nuestros procesos personales, nos cuidamos las unas a la otras: hemos creado un espacio maravilloso de confianza y generosidad, de escucha, de amistad en el que no nos juzgamos ni nos etiquetamos las unas a la otras, simplemente nos acompañamos.

Somos mujeres de diversos países, de diferentes edades y profesiones, y a pesar de ello hemos creado un clima muy amoroso entre nosotras. En un año hemos ido creciendo juntas y hemos construido un espacio virtual muy amoroso que va creciendo poco a poco: nos contamos los ligues, los enamoramientos, las separaciones, las crisis de pareja, las crisis personales, y de alguna manera, este año juntas nos ha enriquecido a todas, pues practicamos la construcción colectiva del conocimiento cada una desde su área, desde su casa, desde su experiencia personal.

 

Nos reunimos una vez al mes en un chat en directo, y además en el Laboratorio tenemos un blog en el que escribimos y nos expresamos con libertad. Para mí es un gran tesoro este espacio virtual, porque mi tesis doctoral sobre la construcción sociocultural del amor romántico fue una actividad muy solitaria. Leí, pensé, escribí siempre a solas, hasta que empecé a trabajar con las Señoras que... dejan de sufrir por amor en Internet, y descubrí lo maravilloso que es poder trabajar en equipo con gente tan diversa.

 

Hoy me siento muy orgullosa de haber facilitado la creación del Laboratorio del Amor, pero siento que ya no es algo mío, sino de todas las que formamos parte de esta red. Algunas llevan mucho tiempo, otras participan solo unos meses, pero todas van dejando su granito de arena y haciendo más grande este movimiento amoroso basado en la idea de que el amor se puede deconstruir y construir de nuevo, que hay muchas cosas que pueden hacerse para crear relaciones igualitarias y amorosas más allá de las etiquetas, de las jerarquías, de los estereotipos, los prejuicios, los roles, las creencias y la ideología patriarcal y capitalista.

 

Es un movimiento amoroso y sororario, pues, que posee una doble dimensión. el trabajo personal para amar más y mejor, y el trabajo colectivo para construir una ética amorosa que nos permita querernos bien: sin egoísimos, sin miedos, sin intereses, sin desigualdades, sin violencia, sin relaciones de dominación y sumisión.

 

El camino no es fácil, pero es apasionante. Y cada vez hay más gente haciéndose preguntas, cuestionándose muchas creencias, liberándose de etiquetas, despatriarcalizandose, probando nuevas formas de quererse, leyendo y escribiendo, compartiendo materiales, debatiendo en espacios públicos, replanteándose la forma en que nos relacionamos afectiva y sexualmente. Los cambios en nuestra cultura amorosa (sexuales, eróticos, afectivos, sentimentales) han de ir paralelos a los cambios económicos, sociales y políticos, pero a todas nos une el convencimiento de que podemos organizarnos y relacionarnos de otras maneras, y en este sentido sabemos que otros romanticismos, otros amores y otros sistemas emocionales son posibles.

 

Coral Herrera Gómez

¿Por qué hay tantos hombres que tienen miedo de enamorarse?

 

"Nena, no te enamores de mí": ¿cuántas veces habremos oído esta frase en los labios de un chico al empezar una relación?. A los hombres les encanta imitar a sus héroes patriarcales, varones con el corazón endurecido que no están dispuestos a construir un vínculo hermoso y no tienen herramientas para disfrutar del amor.
Las excusas que ponen son más o menos siempre las mismas:
- Una mujer me rompió el corazón en el año 1979,
- Necesito estar con mis amigos y sentirme libre como el viento,
- No me encuentro preparado para "asentar la cabeza" )lo dicen incluso los de 42 años),
- No sé lo que quiero en la vida, y necesito encontrarme a mi mismo,
- Busco a la princesa ideal y no la encuentro,
- Ya no creo en el amor desde que esa desalmada me dejó por otro,
- No creo en la pareja tradicional, que es una institución antigua y yo quiero ser super moderno.

A los niños les educan desde pequeños para que valoren mucho su autonomía y su libertad, y para que aprendan a defender su independencia.

Junto con estas premisas, también se les enseña que el amor es "cosa de mujeres", y además es el arma con el cual ellas ejercen su poder. El amor se convierte en matrimonio y luego en hijos, y suele ser una especie de cárcel para hombres. Si no queda otro remedio que casarse, el deber de cualquier hombre es siempre intentar que no coarten su libertad ni su independencia, y sobre todo, que la mujer no sea la ganadora en esta eterna batalla entre los sexos.

Así pues, es muy fácil entender por qué los hombres no desean emparejarse así como así: en la cultura patriarcal, las mujeres siempre intentan dominar a los hombres a través de las emociones, los sentimientos y el sexo. Por eso el amor no debe de ser jamás el centro de sus vidas, pues si le dan demasiada importancia, acabarán dominados por una mujer, y no hay peor pesadilla para un hombre que ser un calzonazos al lado de una mujer poderosa.

El tema tiene mucha tralla, porque bajo esta lógica patriarcal, cuando los hombres se enamoran de las mujeres, no solo pierden su libertad de movimientos, sino que pierden todo su poder. Además, el coste es bien alto: tendrán que trabajar duro para mantenerlas a ellas y a sus hijos. Aunque ellas trabajen y tengan éxito profesional, ellos siempre serán los últimos responsables de proveer de recursos el hogar, de modo que estarán atados al trabajo de por vida.

La mayor parte de los hombres patriarcales tiene asumido que la juventud se acaba cuando empieza el matrimonio, por las obligaciones económicas que conlleva, y por las responsabilidades que se adquieren. Dejas de ser el hijo para pasar a ser el padre, y eso es un tremendo shock, especialmente para hijos apegados a las faldas de su mamá que desearían estar toda la vida protegidos y amamantados por ellas.

Esta es la razón por la cual en las bodas los amigos solteros organizan una despedida con putas y alcohol (aunque los hombres casados siguen yendo de putas, ya la frecuencia quizás no sea la misma que cuando están solteros). En la ceremonia al flamante novio le miran con compasión y le hacen muchas bromas: otro que cae preso. Los solteros piensan: ya no es uno de los nuestros, ya no vendrá todos los fines de semana al puticlub, ya no podremos contar con él a todas horas. Enamorarse y casarse entonces es casi como caer enfermo, o estar en desgracia: un hombre cazado, casado, está inevitablemente sometido al poder de la mujer que le ha elegido.

Bajo esta lógica patriarcal, a los chicos heteros les cuesta relacionarse con mujeres independientes y empoderadas, por eso tienden a buscar mujeres patriarcales que los "aten en corto", es decir, mujeres controladoras que les vigilan, les regañan, les imponen unas normas, les castigan cuando se portan mal, les perdonan cuando se muestran arrepentidos y prometen que no lo volverán a hacer.

El matrimonio patriarcal es un pacto de renuncias y cesiones: ellos entregan su libertad a una mujer que va a ser la mamá-criada, o sea, la que te lava los calzoncillos, te da de comer, te cuida cuando estás enfermo, y te exige un montón de cosas a cambio. Las principales son: que te conviertas en un ser adulto que gana dinero, que cambies las faldas de la madre por las suyas, y que renuncies a otras mujeres.

Los que no renuncian a otras mujeres tienen que estar constantemente mintiendo, pero esto es algo muy corriente en los hombres patriarcales, y está aceptado y normalizado en nuestra cultura: las esposas siempre han de vigilar a sus esposos, y estos deben intentar hacer lo que les apetece sin que les descubran. Si les descubren, han de asumir el castigo que les corresponde, por eso luego pueden volver a "pecar": el adulterio masculino nunca es tan grave como el femenino. Por eso hay tantos chistes sobre cómo te pilla la mujer con tu amante o con una prostituta, y por eso nos reímos tanto con las escenas en las que los hombres son atrapados en sus mentiras e infidelidades. Los hombres tienden a comportarse como eternos niños a los que puedes premiar y castigar, y siempre cumplen un doble papel: el del hombre maduro que acude cada mañana a trabajar, y el del niño que miente para hacer lo que le da la real gana.

Los hombres generalmente tienen miedo al amor y a las mujeres porque no quieren perder su poder, no quieren ser unos calzonazos, no quieren hincar la rodilla y someterse a las normas del patriarcado. Saben que tendrán que hacerlo tarde o temprano y que con ello van a ganar mucho, en realidad: se vive muy bien con una mujer-criada que se preocupa por tu salud, tu ropa, tu higiene, tu nutrición, tu salud, tu bienestar y tus necesidades sexuales y afectivas. Pero el precio es muy alto: el patriarcado les pide que pierdan su libertad y su autonomía, después de enseñarles a defender su tesoro durante años.

El miedo al amor tiene que ver también con el miedo a las mujeres: a muchos les cuesta tratar de tu a tu a las mujeres, o relacionarse con aquellas que desean o exigen un trato igualitario. Es siempre más cómodo juntarse con una mamá criada que te perdone todo y te ame para siempre, una mujer dependiente que no te traicione, una mujer más madre, más insegura, más tradicional. Con las mujeres modernas hay que relacionarse desde la igualdad, y no te perdonan las estupideces, los deslices, las aventurillas, las canas al aire, la falta de compromiso... te exigen que seas adulto, honesto, coherente y consecuente con tu discurso, así que son más incómodas.

Mi consejo para todxs: para la batalla de sexos que nos coloca en estas posiciones absurdas y nos provocan tantos sufrimientos innecesarios.

Para las chicas que se encuentran con hombres incapaces de disfrutar del amor: alejarse rápido, cortar la relación enseguida, olvidarse de todos aquellos que te pongan problemas, muros, obstáculos al disfrute del amor.

Para los chicos: que se pongan las pilas y aprendan a relacionarse con mujeres libres, que aprendan a relacionarse con el amor y con sus sentimientos sin miedo, que no se auto boicoteen la posibilidad de disfrutar de las relaciones horizontales e igualitarias.

Coral Herrera